Resistencia: el 75% de las lagunas están usurpadas y cientos de familias viven en zonas de alto riesgo hídrico

La situación de las lagunas en Resistencia preocupa a las autoridades municipales. Según informó el subsecretario de Sistemas Hídricos, Sergio Vich, el 75% de los bordes de lagunas se encuentran usurpados, lo que implica que miles de familias viven en condiciones de alto riesgo hídrico, especialmente durante los períodos de lluvias intensas.

“En Resistencia tenemos 21 lagunas naturales dentro del sistema defendido de la ciudad, y de ese total, tres de cada cuatro están ocupadas en sus riberas. Eso genera serios problemas cada vez que llueve, porque esas viviendas son las primeras en recibir el impacto del agua”, explicó Vich en diálogo con Radio Libertad.

Viviendas en zonas prohibidas

El funcionario recordó que la Administración Provincial del Agua (APA) considera estas áreas como “zonas no aptas para asentamientos”, ya que cumplen una función clave como amortiguadores naturales de grandes precipitaciones. Sin embargo, la mayoría de los reclamos que recibe el municipio en días de temporal provienen justamente de familias que habitan en estos lugares.

“Son ocupaciones de larga data, en algunos casos de décadas, con un fuerte arraigo social. Allí los vecinos ya construyeron sus casas, sus hijos van a escuelas cercanas, por lo que la reubicación no es un proceso sencillo ni inmediato”, reconoció Vich.

Zonas críticas y reclamos

Entre los sectores más afectados, Vich mencionó La Rubita, Edison, San Antonio y Campo de Tiro, además de barrios donde aún faltan obras de infraestructura básica como zanjas y cruces de calle.

“Muchos asentamientos están en zonas muy bajas y la falta de planificación inicial complica el escurrimiento del agua. Por eso trabajamos día a día atendiendo reclamos y mejorando los sistemas de desagüe”, subrayó.

Mantenimiento y recuperación de lagunas

En paralelo, el municipio desarrolla tareas de mantenimiento y recuperación en varias lagunas de la ciudad.

“Actualmente mantenemos la Laguna Francia y la Laguna Argüello, donde se hicieron actividades comunitarias recientemente. También trabajamos en la Laguna Saikor y en la recuperación de la Laguna de Villa Oris (detrás del CEF) y la Laguna Navarro (cerca del Club Chaco For Ever). La idea es avanzar progresivamente con todas, porque todavía nos quedan muchas pendientes”, indicó el subsecretario.

Una solución a largo plazo

Desde el área hídrica reconocen que la reubicación de las familias asentadas en lagunas es un desafío integral, que requiere planificación, inversión y tiempo. “No es posible resolverlo de una sola vez. Hablamos de un número muy grande de familias y de historias de vida que llevan muchos años en esos lugares”, concluyó Vich.