Lagunas urbanas bajo presión: un mapa muestra el impacto de los asentamientos informales

“Hoy en día hay un censo de 21 lagunas en Resistencia. En mi caso, el foco de la investigación estuvo en la Laguna Francia, que tiene unas 52 hectáreas y está rodeada por las avenidas Italia y Rissione”, explicó Prieto.

El trabajo tuvo como eje la elaboración de un mapa cartográfico que refleja el estado actual y las alteraciones ambientales de esta laguna. El objetivo, señaló, es aportar a la planificación urbana y al ordenamiento territorial.

“Las lagunas son reservorios hídricos que ayudan a mitigar inundaciones, pero es fundamental cuidarlas y evitar ocupaciones inadecuadas. No son solo paisajes, forman parte de la gestión hídrica y están directamente vinculadas a la calidad de vida de los habitantes”, afirmó.

Amenazas: ocupación y contaminación

Prieto advirtió que la presión sobre estos espacios se da especialmente en períodos de sequía. “Cuando la laguna reduce su superficie, queda tierra expuesta y es ahí donde la gente se asienta, sin ningún tipo de planificación. Luego, con las lluvias, esas familias quedan expuestas a inundaciones y a pérdidas económicas o socioambientales”, explicó.

La estudiante también relevó situaciones críticas de contaminación: “En muchos asentamientos los recolectores no ingresan, los sistemas de cloacas suelen terminar en la laguna y los desagües favorecen la proliferación de camalotes. Todo esto afecta la calidad del agua, que ya no es apta para quienes viven en la ribera”, advirtió.

La necesidad de un ordenamiento territorial

El trabajo, que combina metodologías cualitativas y cuantitativas, incluyó salidas de campo y un mapeo detallado dividido en secciones, dada la extensión de la Laguna Francia y las dificultades de acceso.

Prieto resaltó que el impacto humano es tan fuerte como el climático: “Siempre se piensa que los cambios climáticos son los que alteran estos ecosistemas, pero no siempre es así. Nuestra investigación demuestra que la intervención humana también tiene un peso decisivo”, sostuvo.

De cara al futuro, la investigadora destacó la importancia de que el Estado tome estos estudios como insumo para la gestión urbana: “El objetivo es que estas investigaciones sirvan como herramienta de planificación. Las entidades públicas tienen la responsabilidad de llevar adelante el ordenamiento del espacio, porque vivimos en una gran palangana, una llanura de inundación que habitamos y transformamos constantemente”, concluyó.