Este lunes vence el plazo para retirar los balcones gastronómicos en Resistencia: ¿qué pasa si no los sacan?

Este lunes marca el final de una etapa en Resistencia: los balcones gastronómicos, estructuras que surgieron en plena pandemia para garantizar la actividad de bares y restaurantes, deben desaparecer definitivamente del espacio público.

Así lo confirmó en diálogo con Radio Libertad Emilio Varisco, secretario de Gobierno municipal, quien señaló que la decisión responde a cuestiones de seguridad vial y ordenamiento urbano.

“De los diez comercios que tenían balcones, ocho ya los retiraron. Hoy vence el plazo de la segunda intimación. Queremos llegar al cierre del día con todos retirados para evitar sanciones”, afirmó.

¿Qué pasa si no los sacan?

Según explicó el funcionario, aquellos locales que incumplan se exponen a sanciones previstas en el Código de Faltas, que pueden ir desde multas hasta la clausura del comercio. Incluso, el municipio podría proceder al retiro de las estructuras por su cuenta.

“Ya dimos dos prórrogas, la primera de 30 días y la segunda de 15 días hábiles. No hay más extensiones previstas”, subrayó Varisco.

¿Por qué se tomó la decisión?

La medida había generado críticas del sector gastronómico, que argumentaba haber invertido en la construcción de estos espacios y que no existían registros de siniestros graves relacionados. Sin embargo, desde el municipio defendieron la decisión:

• Los balcones fueron habilitados en 2020 bajo resolución de la gestión anterior, con carácter transitorio y de fácil remoción, vinculados al contexto del COVID-19.
• Sí hubo incidentes viales menores registrados.
• Existía un criterio de desigualdad, ya que solo diez comercios contaban con estas estructuras, mientras el resto no.

“No es una decisión contra el sector gastronómico, sino una política para garantizar la seguridad vial y la igualdad en el uso del espacio público”, sostuvo el secretario de Gobierno.

Balance final

Varisco destacó que el diálogo con los comerciantes fue constante y que incluso el municipio colaboró con algunos para desarmar los balcones y dejar la vereda en condiciones. “Hubo tensiones lógicas, pero avanzamos en el ordenamiento de la ciudad. Hoy queremos cerrar este capítulo con todos los balcones retirados”, concluyó.