Falleció Raúl Barboza, emblema del chamamé y referente internacional de la música argentina

El mundo del chamamé despide a una de sus figuras más trascendentes: Raúl Barboza, acordeonista y compositor reconocido por llevar la música litoraleña a escenarios de todo el mundo, murió este miércoles a los 87 años en París, ciudad en la que residía desde fines de los años ’80.

La noticia fue confirmada por su representante en Argentina, Alberto Felici, a través de las redes sociales, quien transmitió el mensaje de la esposa del músico, Olga Bustamante. “Con profunda tristeza comunico el fallecimiento del Maestro Raúl Barboza, ocurrido en la tarde del 27 de agosto en París”, escribió.

Una vida dedicada al chamamé

Nacido en Buenos Aires en 1938, hijo de padres correntinos, Barboza fue un verdadero “niño prodigio”: a los 12 años ya registraba sus primeras grabaciones con el conjunto Irupé. Con el tiempo se transformó en una de las figuras esenciales del chamamé, llevando el acordeón diatónico de cuatro hileras a una nueva dimensión artística.

Su carrera lo llevó por Argentina, Brasil, Paraguay y Japón, hasta radicarse definitivamente en Francia en 1987. Allí encontró un espacio donde pudo expandir su música sin concesiones, y desde París consolidó un camino que lo unió con artistas como Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui y José Carreras.

Reconocimientos y legado

A lo largo de su extensa trayectoria, recibió distinciones en todo el mundo: fue nombrado Caballero de las Artes y de las Letras en Francia, distinguido con el Grand Prix du Disque de la Académie Charles Cros y en 2024 la Universidad Nacional del Nordeste le otorgó el título de Doctor Honoris Causa.

En los últimos años continuó creando y experimentando: en 2023 presentó París, Souvenirs Latinoamericanos, un disco que recorrió ritmos como la vidala, la milonga y el tango, siempre con el chamamé como raíz.

Aunque vivía en Francia, Barboza nunca dejó de volver a la Argentina ni de reconocerse profundamente ligado al litoral. “Siempre late en mi interior”, había dicho en una entrevista al recordar su identidad guaraní y las enseñanzas de maestros como Ernesto Montiel, Damasio Esquivel y Tránsito Cocomarola.