Electrocución, urbanización y abandono: la realidad de los monos en Resistencia

Una triste noticia conmovió a los vecinos de Resistencia durante el fin de semana: una mona carayá adulta murió tras sufrir una grave electrocución en la ciudad. El caso se viralizó rápidamente con versiones erróneas que afirmaban que el animal estaba preñado, algo que la Fundación Carayá Róga desmintió oficialmente.

“La monita no estaba preñada. Falleció por colapso pulmonar tras lesiones gravísimas por electrocución”, aclaró la Dra. Belén Dansey, veterinaria y vicepresidenta de la fundación.

Electrocución: la principal causa de muerte de los carayás urbanos

“Lamentablemente no es la primera vez que pasa. Muchos monos que viven en los alrededores de la ciudad sufren este tipo de accidentes al moverse entre los cables eléctricos”, explicó Dansey en diálogo con Radio Libertad.

El animal ingresó con quemaduras en boca, rostro, cuello, brazos y piernas, además de pérdida de dedos. Pese a los esfuerzos del equipo médico, no logró sobrevivir. “Fue un caso con mucho sufrimiento. Seguramente mordió algún cable y la descarga fue inmediata”, relató.

 “La ciudad llegó a ellos”

Los monos carayá (Alouatta caraya), una especie vulnerable, viven naturalmente en zonas de monte chaqueño, pero la expansión urbana los empuja cada vez más hacia el contacto con el entorno humano. “Ellos siempre estuvieron. Lo que pasa es que la ciudad llegó a ellos. Tenemos familias viviendo en zonas como Villa Fabiana, Parque Ávalos, cerca del río o por Rivadavia y calle 5”, detalló Dansey.

Estas tropas familiares se mueven por los árboles y cables buscando alimento. “En general no hacen contacto, pero cuando sucede, los accidentes son fatales”, lamentó la especialista.

No alimentarlos ni intentar domesticarlos

Desde la Fundación Carayá Róga recordaron que tener animales silvestres como mascotas es un delito, y pidieron a la comunidad no alimentarlos ni intentar capturarlos. “Si los ven, hay que dejarlos tranquilos, no asustarlos ni intentar darles comida. Si hay perros, mantenerlos alejados. Y si el animal parece lastimado o vulnerable, hay que llamar al 105, que es la Brigada Operativa Ambiental”, explicó Dansey.

Durante la sequía, se le puede dejar agua “sin intervenir ni acercarse”, agregó.

Rehabilitación y reinserción: un trabajo artesanal

La Fundación Carayá Róga, con sede en un predio cercano a Colonia Benítez, es la única institución habilitada en el Chaco para recibir, rehabilitar y reinsertar primates.
El proceso de recuperación es largo y complejo. “Cuando llegan bebés, hay que alimentarlos con leche maternizada cada dos horas y cuidarlos sin generar apego al humano. Es difícil, pero lo logramos juntándolos con otros de su edad”, señaló.

Además de los carayás, la fundación también brinda apoyo temporal a otras especies silvestres hasta que pueden ser reinsertadas.

Cómo ayudar a Carayá Róga

El trabajo es voluntario y con recursos limitados, por eso Dansey pidió la colaboración de la comunidad: “No siempre es con dinero. Necesitamos alambre tejido, peluches limpios, detergente, lavandina, combustible, rollos de papel, guantes, gasas o barbijos. Todo ayuda”.

Quienes deseen colaborar pueden hacerlo mediante:

• Alias Mercado Pago: fundacioncarayaroga
• Alias NBCH: carayá.roga
  También pueden comunicarse con la doctora Dansey en Veterinaria Integral (Liniers 793, Resistencia) o seguir las redes sociales de la fundación: @fundacion.caraya.roga.

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