José Eidman: “La Bienal es una construcción colectiva que transforma a Resistencia”

“Fabri tenía una especie de obsesión con mejorar cada edición. Lo hacía con pasión y convencimiento, y eso se transformó en un compromiso que hoy sostenemos todos los que tomamos la bandera que él dejó”, recordó Eidman, al referirse al escultor chaqueño fallecido en 2021, alma fundadora de la Bienal.

"El chaqueño cumple un rol muy importante para que esa experiencia sea inolvidable para el artista"

El dirigente resaltó que la organización del evento demanda un trabajo continuo: “Varios meses antes de que termine una Bienal ya estamos planificando la siguiente. Es un esfuerzo enorme, pero con mucho disfrute. Somos privilegiados de poder dedicarle tiempo a una actividad que nos da tanta satisfacción”.

Novedades y proyección internacional

La próxima edición del certamen escultórico incorporará un cambio innovador: los artistas deberán trabajar con mármol travertino, acero inoxidable o la combinación de ambos. “Es interesante ver cómo se fusionan materiales distintos. Serán diez escultores seleccionados entre más de 250 postulantes de todo el mundo. Ya tenemos inscripciones abiertas y de muy buen nivel”, adelantó Eidman.

El dirigente explicó que las obras deben ser originales e inéditas, lo que obliga a los artistas a elaborar proyectos específicos para Resistencia. “Eso garantiza la calidad y el carácter único de cada creación”, subrayó.

Arte y comunidad

Eidman puso en valor el vínculo entre la comunidad y las esculturas en el espacio público: “Lo más valioso es que los ciudadanos tenemos la posibilidad de ver cómo nace una obra y luego convivir con ella en una plaza, una vereda o un boulevard. Haber conocido al artista nos conecta más profundamente con la obra”.

Eidman recordó además que la ciudad cuenta con un patrimonio escultórico de relevancia internacional: “En Resistencia podés encontrarte en una esquina con una obra de Lucio Fontana, máximo referente del espacialismo, sin necesidad de viajar a un museo en Europa”.

"La Bienal del Chaco tiene características que la hacen única como el arte en tiempo real, poder ser testigos del nacimiento de una obra, es multidisciplinal porque podemos ver a casi todas las disciplinas artísticas dialogando en un mismo escenario, la convivencia entre lo consagrado y lo emergente con los estudiantes de Arte a metros de los escultores internacionales, pero también el rol protagónico de la gente que viene de forma masiva al espacio", destacó.

"El resistenciano, el chaqueño, cumple un rol muy importante para que esa experiencia sea inolvidable para el artista", añadió.

Financiamiento y construcción colectiva

Consultado sobre la realización del evento en un contexto de crisis, el presidente de la Fundación Urunday destacó la importancia de la Ley de Mecenazgo chaqueña, “modelo a nivel nacional, que permite redireccionar impuestos de las empresas privadas hacia proyectos culturales”.

A este mecanismo se suman aportes internacionales, como el financiamiento que las embajadas otorgan para garantizar la participación de artistas extranjeros. “La Bienal es posible gracias a una red diversa: Estado, empresas, instituciones y sobre todo voluntarios que aportan su tiempo y energía”, sostuvo.

Impacto cultural y económico

La Bienal no solo es un acontecimiento artístico, sino también social y económico. Según Eidman, un estudio realizado junto a la Facultad de Ciencias Económicas confirmó que “durante la Bienal, los ingresos de la economía formal se multiplican por siete respecto de la inversión realizada”.

Con más de un millón de visitantes en la última edición, Resistencia volvió a figurar entre los 15 principales destinos turísticos de invierno del país. “Esto demuestra que el arte es un motor capaz de transformar y mejorar la realidad económica y social de la comunidad”, aseguró.

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