El detenido por el femicidio de Érica Almirón no tenía denuncias previas: nuevos datos

A 48 horas del hallazgo sin vida de Érica Almirón Romero (25) en su vivienda de Fortín Alvarado 91, en Resistencia, la Justicia profundiza la investigación por femicidio, con el foco puesto en Joaquín Alfredo Pérez (29), su expareja, quien fue detenido cuando intentaba huir hacia otra provincia.

La joven convivía actualmente con una nueva pareja, quien fue el primero en encontrar el cuerpo y dar aviso a la Policía. En un primer momento, este hombre fue aprehendido preventivamente por “inconsistencias” en su relato y por el informe del médico policial, que calificó la muerte como "dudosa".

En declaraciones a Libertad, la fiscal María Noel Benítez detalló que la cocina del domicilio tenía las cuatro hornallas abiertas, lo que generaba un intenso olor a gas, y que el cuerpo de Érica presentaba escoriaciones en el cuello, indicio que refuerza la hipótesis de una posible asfixia como mecanismo de muerte. No obstante, se aguardan pericias complementarias para confirmar esta versión.

También se hallaron productos como lavandina junto al cuerpo, pero aún no se puede establecer si hubo ingesta de estas sustancias.

Respecto al principal sospechoso, la fiscal confirmó que Pérez no tenía antecedentes ni denuncias previas por violencia y que la relación con Érica había finalizado aproximadamente dos meses atrás, coincidiendo con el inicio de la nueva pareja de la víctima.

Otra pieza clave en la causa: la fiscal confirmó a Libertad que en la mochila del sospechoso, junto a prendas de vestir, fueron hallados los teléfonos celulares de la víctima y de su actual pareja.

Pérez fue capturado en Corrientes cuando intentaba escapar en un colectivo de larga distancia. La fiscal confirmó que los padres del detenido entregaron una carta manuscrita en la que su hijo confesaba haberle hecho “un gran daño” a Érica, y que además envió mensajes de texto reconociendo el crimen, uno de ellos dirigido a su madre: “Maté a Érica, lo siento mamá.”