Libertad Digital
Jorge tiene nueve años y decidió vender sus aviones en la puerta de su casa en la ciudad de Corrientes. Tiene dos objetivos claros al vender sus avioncitos: despertar el interés de la gente por los aeroplanos de papel y reunir dinero para comprarse un celular.
El emprendimiento le va muy bien, la gente se detiene y le compra los avioncitos. El nene contó que ya reunió vendiendo los avioncitos $2.000 pesos.
El nene ofrece dos tipos de aviones: los comunes a $30 que solo vuelan rectos y los aviones boomerang que vuelven a la mano del lanzador a $50.
"Mi amor por los aviones nació en mi primer viaje en Aerolíneas Argentinas, cuando tenía 6 años. Desde entonces me puse a investigar en YouTube y encontré a un youtuber: vuela tu imaginación. Ahí aprendí a hacer origamis", relató en referencia a la papiroflexia que aprendió.
"Otra cosa que me ayuda es ver los drones de mi papá. Eso también me gusta mucho y decidí hacer aviones en papel. El objetivo es juntar plata para el celular, pero también que a la gente le gusten los aviones", agregó.
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