Coronavirus: “El dióxido de cloro es una posible solución a la pandemia”, aseguró Andreas Kalcker
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Coronavirus: “El dióxido de cloro es una posible solución a la pandemia”, aseguró Andreas Kalcker

Andreas Kalcker, es un investigador e ingeniero biofísico de Alemania que sostiene que la utilización del dióxido de cloro es una alternativa para tratar a pacientes con covid-19 positivo. Dialogó con la doctora Liliana Ledesma, médica naturista (MP 2918) y explicó cómo funciona la sustancia, cuáles son sus beneficios y contó qué pasa en algunos lugares del mundo donde ya lo están usando ¡Enterate!


Libertad Digital

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23/07/2020
 /  libertaddigital.com
 -  Salud Consciente  /  Redacción: Soraya Casco

LL: Para alguien que nunca escuchó hablar sobre el dióxido de cloro ¿qué podes decir de él? ¿Para qué funciona?

AK: “El dióxido de cloro es un gas que está disuelto en agua. Es muy pequeño y puede colorear el agua de amarillo. Tiene un ion de cloro y dos de oxígeno”, explicó.

“Es una sustancia que una vez que la ingerimos se evapora en el estómago y al ser tan pequeña puede viajar hasta encontrar una zona ácida, donde se hace una reacción de disociación entre el ion de cloro y el oxígeno”, siguió.

“Esta disociación se produce cuando hay un patógeno como el coronavirus. El ion de cloro lo destruye y si hay oxígeno disponible puede ser absorbido por las células de la zona de conflicto donde hay bajo PH”, precisó.

Ll: Esta sustancia tiene la ventaja de su gran capacidad de absorción en nuestro estómago y además se distribuye con mucha facilidad en todos los tejidos del cuerpo. Con respecto al covid-19 ¿cómo funcionaría?

AK: “Se puede hablar de agua mineralizada que tiene la capacidad de entrar en el cuerpo y detectar este virus. Se ha hecho un mapeo genético que se va a publicar dentro de nuestros ensayos donde se ve que se elimina el coronavirus por oxidación, que es como electrocutar al virus”, mencionó.

“Mucha gente confunde los procesos químicos en el cuerpo tanto con el dióxido como con el hipoclorito o el clorato. Hay mucha confusión que se aprovecha para que esta sustancia no esté al alcance de las personas y pueda ayudar en muchas cosas más”, sostuvo.

LL: El beneficio tan importante que nos brinda el dióxido de cloro es que puede destruir a los virus y nuestro organismo queda libre de cualquier efecto colateral.

AK: “Se puede observar que cuando introducimos dióxido de cloro en sangre con covid-19, la misma está reviviendo, a diferencia de lo que dice la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU) que es que destruye la sangre”, afirmó.

“Otro argumento en contra es el riesgo de muerte, pero no existe un solo muerto por ingestión oral de dióxido de cloro en 100 años. El riesgo de muerte existe cuando la gente tiene coronavirus”, añadió.

“Creo que es momento de iniciar y no dudar. Tenemos miles de casos que han demostrado que realmente funciona porque elimina el virus y también aporta oxígeno. Además, podemos observar que la recuperación es muy rápida”, aportó.

LL: Con respecto a la pandemia podría ser una gran solución pero no está siendo tenida en cuenta como debería para que nos beneficiemos todos, no solo con las muertes sino también en cuanto a desastres económicos.

AK: “En cuanto a desastres económicos, lo que para unos es un desastre, para otros es un beneficio. La gente está comenzando a despertar. No puede ser que una sustancia que puede salvar tantas vidas esté bloqueada. De hecho en Bolivia han hecho la ley”, expresó.

Más información sobre la ley que permitiría la producción y el uso adecuado del dióxido de cloro en Bolivia: click acá.

“El coronavirus no diferencia entre izquierda o derecha, arriba o abajo, tampoco lo hace con un médico o un taxista. Lo importante es que hay una solución que los médicos tienen en la mano para defenderse a ellos y las enfermeras. Están juntos hace tantos años y resulta que llega el covid a tu compañera, a tu compañero y se mueren tratando de salvar vidas”, lamentó.

LL: ¿Qué pasa con los infectólogos considerados expertos, que no tienen ningún problema en comentar sobre los diferentes medicamentos, no remedios, que se utilizan para el tratamiento del covid con resultados inciertos y muchas veces tóxicos, sin embargo no se menciona al dióxido de cloro? Y ¿qué pasa con los médicos en general o la población? ¿Es comodidad o temor a salirse del sistema?

AK: “Yo simplemente hago preguntas. Entonces hay médicos que te dicen: ‘yo tengo miedo a perder mi licencia’ y mi respuesta es ‘de qué te sirve si estás muerto’. Otros te dicen ‘yo tengo miedo al coronavirus’ y yo les digo ‘ya tenes la solución, no tenes que tenerle miedo’”, marcó.

“Está más que demostrado que te vas a proteger con esto. Está el COMUSAV y hay dos mil médicos haciendo su labor en doce países entonces es un secreto a gritos. Si no queres escucharlo, qué queres que haga”, afirmó.

“Cada uno decide lo que quiere como por ejemplo en Bolivia no se obliga a nadie a tomar dióxido de cloro. El que no quiere es su vida y su muerte también”, indicó.

“Lo que me afecta mucho es que hay gente muy pobre que no puede pagar un Remdesivir a 3.000 dólares que no funciona o no tienen acceso a un hospital con respiradores que tampoco funcionan. Ni siquiera pueden pagar la Ivermictina que tampoco te aporta oxígeno en la sangre que es lo que necesitás cuando tenes covid”, señaló.

“Entonces, lo que veo es que no hay una alternativa, la gente se tiene que confrontar con la verdad y para algunos eso es muy difícil”, apuntó.

“Estamos en un sistema sintomático, que no quiere curar a nadie e incluso a los médicos los abandonan en una situación como la del coronavirus, que bloquea nuevas innovaciones como el dióxido. La gente tiene que luchar para salvar vidas. ¿Cómo es posible la penalización a un médico por salvar vidas? Es algo que no comprendo”, declaró.

“Lo importante es que se regularice de manera que no se venda cualquier sustancia. Las universidades, como sucede en Bolivia, pueden certificar que la sustancia es correcta porque pueden medirla y hacer un certificado a las farmacias o a las entidades que ya están haciendo esto”, destacó.

“En dos meses podemos terminar con el coronavirus utilizando el dióxido de cloro, y eso sí que es verdad. Es una sustancia barata, por unos pocos miles de dólares tenes toneladas de ella. No hace ningún mal, cualquier persona puede beberlo. Tampoco acumula toxinas en el cuerpo. Estamos cientos de veces por debajo de la toxicidad oficial”, enunció.

LL: Posiblemente el principal obstáculo del dióxido para su difusión sea que es muy económico y eficaz.

AK: “Pudimos observar que hay médicos que no lo conocían. Me escriben que había un paciente con covid y diabetes, uno de los cuadros más vulnerables, y estaba a punto de ser entubado, pero le dieron el dióxido de cloro y se ha recuperado en cuatro días e inclusive su nivel de glucosa”, distinguió.

“Vimos gente con hipertensión que se normaliza, personas con diabetes y con cientos de enfermedades y hasta los médicos están despertando. Es el gran despertar de la comunidad médica, pero con un conflicto con el pasado por haber creído en un sistema benéfico y de repente darse cuenta que no es tan así”, añadió.

“La humanidad necesita estar sana, ‘mens sana in corpore sano’, porque nos hemos vuelto muy enfermos. Hay que volver a la medicina más naturalista u holística porque cada cosa tiene su lado bueno”, aseguró.

“Evidentemente si tengo un accidente gracias a Dios están los cirujanos tan avanzados pues ahí tienen su campo, pero cuando tengo una cosa que puedo tratar con remedios naturales, que tampoco son caros, es fantástico y el médico tiene que tener libertad de actuar”, mantuvo.

LL: Es importante recalcar que el dióxido no solamente funciona con el coronavirus, sino que puede mutar este virus o pueden aparecer otros en el futuro y la acción es completamente inespecífica, muy diferente a las vacunas que tienen efecto sobre una cepa que tal vez empieza a mutar y ya no nos funciona. Además, sabemos que las vacunas tienen un costo altísimo y que se están haciendo pruebas. Dicen que ya hay vacunas eficaces, aun cuando no sabemos todavía el efecto a corto plazo.

AK: “Tenemos chikungunya, dengue y un sinfín de enfermedades y no hay vacuna. La vacuna es tan específica en un virus que muta cada poco tiempo y se vuelve más agresivo, que si tengo que vacunarme cada dos semanas, es absurdo”, remarcó.

LL: Cuando le preguntan a los expertos qué contienen las vacunas, se limitan a hablar de virus atenuados, la diferencia con las vacunas de virus vivos, etc pero nadie habla de los otros componentes que forman parte de ellas.

AK: “El dióxido de cloro es una prevención, es un tratamiento oral o intravenoso y el 98% de las personas tratadas tienen la IGG positiva, eso significa que tienen los anticuerpos”, asintió.

LL: En varios países de Sudamérica hay una gran aceptación y una gran discusión del dióxido de cloro y en Europa no es tan así ¿es acertado esto?

AK: “Europa es más silencioso. En Alemania apenas hubo gente con covid pero también ha sido el país donde más vendí mi libro. Una de las probabilidades es que la gente se informa y se da cuenta que no puede hacer nada contra el aparato y hace lo suyo”, estimó.

“La otra probabilidad es que las personas que están tan en contra suelen ser quienes están dentro de la gran industria farmacéutica”, incorporó.

LL: ¿Cómo ves el presente y el futuro? ¿Podemos confiar en que vamos a salir adelante?

AK: “Esto depende de nosotros mismos. Ya no es tiempo de tertulia, hay que tomar acción, esto quiere decir que si yo me curé tengo que hacer que esto llegue a cuatro o cinco personas más. Puede estar autorizado o no pero es como la marihuana, está prohibida en muchos lugares pero existe igual”, vinculó.

Kalcker también se refirió a la situación en Ecuador, uno de los países con más infectados con coronavirus.

“Esto nos hace pensar mucho en la calidad de las personas que están en el poder. Necesitamos que ellas tengan calidad, conciencia y humanidad en un futuro, porque cuando tenemos estos criminales con patria potestad de prohibir algo que salva vidas ¿a dónde vamos?”, se preguntó.

LL: Es importante que la gente en general y los médicos tengan información y no se dejen manipular con mentiras, en la medida en que cada uno se dé cuenta de que tenemos que ser responsables de nuestra vida y nuestro cuerpo. Creo que eso realmente puede cambiar los sistemas de salud y permitirnos vivir en un mundo más sano y confiable.

AK: “Yo le digo a la gente que lo pruebe, no pierde nada y que cada uno haga su propia experiencia. El miedo es un buen vendedor pero un mal consejero”, alegó.

"Hay muchísimos médicos escribiéndome sobre distintos casos y me piden que no pare, mientras ustedes estén a mi lado no voy a parar”, garantizó.

“Esperemos que mucha gente se recupere y puedan contarle a sus hijos y nietos que la vida es bella y vale la pena luchar por ella”, concluyó.

Más información en andreaskalcker.com o saludprohibida.com

¡Mirá la entrevista completa!

En esta nota: #cds #dioxidodecloro

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